domingo, 11 de agosto de 2013

Sin mañana

Creo recordar que aquí antes había colores. Sí, estoy prácticamente segura de que los vi, justo ahí donde está esa pared. ¿Tú también te has dado cuenta?

Preparan un escenario a mi alrededor y cómo buena intérprete actúo según me dicta el guión. Sobre la mesa unos grilletes que ajusto a mis tobillos, eso dificultará la huida. El gris se adueña de todo, un silencio mudo se apelmaza en el aire, el tiempo en su triste transcurrir alarga los segundos arrastrando las agujas por el reloj lentamente, sin embargo los días salen volando.

Otra vez la misma pared, justo ahí.

Soy una viajera inter-dimensional, abriendo brechas en el continuo espacio tiempo escapo para visitar a mi yo pasado y futuro, a mi yo de otras realidades. Les cuento los horrores de la humanidad y que nos persiguen, a cambio ellas comparten un pedazo de su felicidad conmigo.

El ser humano con su capacidad de superación, de realizar grandes proezas, de las mayores heroicidades, de alcanzar hitos impensables, se ve sometido únicamente por su propia creación. Las estructuras sociales, lo políticamente correcto, los falsos valores, la economía. El gris que ha inventado para crear esclavos.

Sabedores de que podríamos afrontar cualquier otra cosa, lo que más tememos es nuestra propia rutina, nos descubrimos anhelando incluso el apocalípsis, la destrucción de la humanidad o cualquier horror morbosamente atroz, con tal de vernos arrastrados fuera de la monotonía de nuestra sobria civilización. Si el mañana es igual al ayer por siempre jamás, es que ya no hay un mañana…

A veces, la única forma de sobrevivir es aislarse de este mundo. A veces, la única forma de escapar es encerrarse.




domingo, 11 de noviembre de 2012

CULPA


Quisiera pedirte que hicieras esto por mí, sé que no tengo derecho, aún así, querría que me dieras la oportunidad de explicarte.  Creo que esto puede ser bueno para ambos. Ni siquiera puedo imaginar el dolor que te he causado, soy consciente de ello, no creas que no vivo con la culpa de lo que te he hecho.  Hoy  siento la necesidad de  abrirte mi alma, tengo la vaga esperanza de llegar a obtener algún tipo de perdón, de comprensión.

Eras tan hermosa, tan perfecta. Al principio a penas era consciente de lo que te hacía, de las consecuencias que tendrían mis actos. De verdad, no lo pensé. Era fácil, era cómodo y de repente todo estaba a mi alcance, todo cuanto podría haber imaginado podía tenerlo, sin límites. Pero no te voy a mentir, llegó el momento en el que caí en la cuenta de la gravedad de la situación,  de que se me había ido de las manos. Las manos…mis manos manchadas, están manchadas con tu sangre. Te preguntarás, con razón, por qué no fui capaz de detener aquella locura. Y la única respuesta que puedo ofrecerte es patética: estaba en la naturaleza de mi ser.

Con la distancia del tiempo aún puedo visualizar todo el daño que te causé, el desastre que quedó. Puedo recordar cómo se marchitaba tu belleza y cómo te revolvías contra mí, siempre tuviste una increíble fortaleza, hasta el último segundo.

Acabé con tus pulmones, esos preciosos bosques y selvas amazónicas que me permitían tener aire limpio que respirar. Agoté tus recursos, excavé hasta tus mismas entrañas y extraje cuanto podía serme de utilidad hasta que quedaste seca. Perseguí a los seres vivos que convivían conmigo hasta llevarles a la extinción. Contaminé tu cielo azul y su aire puro hasta que quedó cubierto por una nube de gases tóxicos. Abrí un agujero en tu atmósfera. Cubrí  tus suelos con basura de la que eras incapaz de deshacerte. Ensucié tus ríos y tus mares, tus océanos, tus aguas subterráneas. Deshice el hielo de tus polos y varié tu clima y tus ciclos naturales. Arrasé con tus paisajes para construir mis aberraciones. Te exploté hasta el límite de tus posibilidades.

No quedó nada de lo que una vez fuiste. El verde y el azul se tornaron grises y negros. Maté tu infinita sabiduría a base de hacer oídos sordos, todas las posibilidades que ofrecías y la esperanza que dabas se desvanecieron, sólo dejé un cascarón vacío.

Yo quiero poder explicarte, que entiendas…y no dejo de repetirme que una vez estuve a tiempo de parar.


viernes, 12 de octubre de 2012

Tiempo

El tiempo. Cuentan de él que, como líquido elemento, fluye en una sucesión de segundos. Dejando atrás despojos de la realidad, residuos de su avance, el CO2 del continuo espacio-tiempo. Corriendo siempre por alcanzar la promesa de algo que nunca acaba de atrapar. Eso dicen, pero lo cierto es que yo sigo corriendo por ese camino a la playa.




Si empleo sus unidades de medida, ha pasado ya medio año desde entonces. Doy una zancada, otro paso, siento el calor y las piernas entumecidas, el cansancio físico mimetizándose con el del alma, la incertidumbre. La libertad de no tener nada y simplemente correr, la claridad de mente. Yo estoy aquí ahora mismo escribiendo estas líneas  y sigo allí.

Pasado, presente, futuro, nos empeñamos en diferenciarlos cuando son uno. En un mismo instante se dan la mano, se abrazan, se solapan y acaban por formar una unión en perfecta armonía  Cree la gente que con su rápido caminar, desprecia lo que le queda atrás y no da importancia a la incertidumbre de lo que está por llegar. Pero lo cierto es que el pasado y sus recuerdos, el presente y su “carpe diem”,  el futuro y sus intuiciones, son una farsa.

Ahora no existe más realidad que lo que una vez fue, Me han hecho como soy las cosas que me pasarán. Sigo corriendo por ese camino a la playa.






lunes, 26 de marzo de 2012

El poder de un sueño


Estando dormido protegido por el abrazo de las sábanas, sintiendo la seguridad y la calidez, te dejas llevar por tu subconsciente. Dócilmente dejas que te guíe a dondequiera que él tenga a bien llevarte. En esta ocasión, y sin saber por qué, te encuentras paradójicamente consciente de todo lo que está sucediendo a tu alrededor. Ese entorno, aunque desconocido, se te antoja familiar, quienes te rodean aun sin sentido tienen un por qué y todo lo que sucede es tan real... No sabes cómo llegaste pero tampoco ves nada extraño en estar ahí. Ese olor que remueve algo en tu interior, esas palabras que se clavan en lo más profundo de tu ser, esa reacción tan espontánea que nunca se podría prever, ese temor que te paraliza, esa voz que puedes oír con todos sus matices se siente incluso más que si fuera real.


Llegado a este punto deseas que todo eso desaparezca o deseas aferrarte a ello con fuerza, tal vez ambas. Reaccionas buscando alguna huella de incoherencia, un resquicio de hilaridad, lo pones todo a prueba pero no existe fallo alguno. Así que, convencido comienzas a interiorizar todo lo que te está sucediendo. Te sumerges en esa experiencia, te rindes a ella sin saber que no existe pasado ni futuro para ese momento que, sin embargo, cómo algo vivido pasa a formar parte de ti. Es entonces, y sólo entonces, cuando se desvanece y deja paso a las sábanas de nuevo.

De vuelta en el mundo, tardas unos segundos en reaccionar. No sabes a dónde ha ido a parar todo cuanto había hacía apenas un segundo. El desconcierto se apodera de ti mientras aún colean los últimos resquicios de ese sentimiento. Aún te acompaña esa sensación. Aún no se secó el sudor de tu frente. Aún no se calmó tu respiración, no cesó el temblor en tus manos ni se sosegó el latir de tu corazón. Poco a poco, con cuentagotas tu conciencia te devuelve la coherencia del día a día, las leyes del universo vuelven a reinar en tu lógica y todo ello va tomando el control, quitando importancia al sueño, desterrándolo a la indiferencia de la irrealidad.

Tratas de aceptar que, un sueño es un sueño. Pero saber que lo vivido no era real no borra el recuerdo, ni cambia el cómo te sientes. Te torturas dando vueltas a algo que sabes que no es real y no consigues evitar que tenga poder sobre ti, que te influya. Sin poder deshacerte de ello sientes la necesidad de compartirlo con aquel que apareció en ese mundo contigo, con la esperanza de que te confirme que nada de eso sucedió en realidad, quizás para que en un improbable acto de sinceridad confiese que fue tan real como te pareció. Con ese sinsabor, con un vacío en tu interior entierras lo que fuera que sucedió. Poco a poco se desvanece todo rastro y sólo tu subconsciente queda cómo testigo, cómo conocedor de los motivos que te llevaron allí.

PD: En últimos estudios acerca del funcionamiento del cerebro se ha descubierto que éste, cuando imaginamos que hacemos algo, reacciona físicamente del mismo modo que cuando realmente estamos llevando a cabo esa actividad que imaginamos.

Así que técnicamente, aquello que imaginamos al soñar, para nuestro cerebro es totalmente real.

"¿Cual es el parásito más resistente? una idea. Una sola idea en la mente de una persona puede levantar ciudades, una idea puede transformar el mundo y cambiar todas las reglas." Cobb, Origen

miércoles, 29 de febrero de 2012

Mundo post apocalíptico


Me paro un segundo para mirar a mi alrededor, no veo esperanza en el mundo en el que vivimos.

Me gusta este planeta, me gustan las personas, la naturaleza pero en la sociedad que hemos construido no existe esperanza alguna. Puede que no vivamos en un mundo post apocalíptico, puede que no tenga que preocuparme de que un zombie me devore a la vuelta de la esquina. Pero nuestra sociedad es un muerto viviente en sí misma. Es un cadáver, está acabada , sigue arrastrándose perdiendo pedazos empujada por las ansias de poder de unos cuantos. Acorralándonos, matando nuestra esperanza, nuestra ilusión, devorándonos. No temo por mi integridad, pero sí por mi vida.

Antes, éramos conscientes de que en nuestro mundo no existía esperanza en muchos lugares. No existía esperanza en el tercer mundo, no existía esperanza para muchos animales en peligro de extinción, para las selvas amazónicas, para la capa de ozono, ni para los polos. Pero estaban lejos y aquí había esperanza. Era fácil, aunque estuvieras en contra, formar parte del juego e incluso dejarte seducir por él. Eso se acabó, aunque quieras seguir formando parte de este injusto y macabro juego ya no hay sitio en el tablero para tantos jugadores, te dan la espalda, te expulsan. Amigo, las reglas del juego ahora han cambiado.

Mi instinto de supervivencia me dice que tengo que buscar un lugar seguro, me dice que tengo que cuidar de mi misma. No quiero permanecer atrapada dentro del muerto viviente, formando parte de él, pudriéndome con él. Nos dicen que somos personas libres, que podemos elegir, pero acaso podemos escapar? a dónde puedo ir si ya no quiero estar en este mundo? Me encuentro atrapada en este planeta y el sentimiento de claustrofobia me ahoga.

Miro a mi alrededor y no veo esperanza, ni salida, ni lugar seguro dónde refugiarse. Solo puedo seguir el camino. Sobreviviendo,como en un mundo post apocalíptico, recorro carreteras in transitadas y persigo mi destino, manteniéndome todo lo viva que puedo, recelando de todo y todos, defendiendo lo mio.

domingo, 10 de abril de 2011

Amor/odio

Pues no, no quería un blog. Nunca lo he querido, ahora que lo tengo tal vez explique algún día por qué no quería un blog. El caso es que mi amadísimo novio decidió "regalarme" uno. Ya lo sé, a mi también se me ocurren muchos otros regalos mejores, pero yo creo que en la vida todo pasa por algún motivo y además no podía hacerle el feo de no aprovechar su regalo. Así que, aunque me lo he pensado mucho, aquí me encuentro escribiendo mi primera entrada.

Quiero empezar este blog expresando lo que siento, una relación amor/odio que me ha marcado:

Todo empezó como un juego, sin saber dónde me metía. Me vi de lleno en la boca del lobo y me engulliste sin miramientos. Tras el primer golpe, nada volvió a ser igual. Conseguiste deprimirme, hacerme llorar, sudar, pasar miedo y desesperar. Me hiciste pelear por terminar lo nuestro. Pero lo nuestro siempre fue amor-odio y sabía que no me dejarías escapar tan fácilmente.
Pasados 9 años, por fin estoy a un paso de empezar mi vida sin ti y ahora me encuentro anhelándote, echándote tanto de menos… Porque tú me diste los mejores años de mi vida, porque te conocí siendo una niña y has hecho de mí una mujer. Las mejores fiestas, las mayores alegrías me las has dado tú. Has hecho que me labrara un futuro, estando contigo he conocido el mayor amor que se puede encontrar.
Porque contigo descubrí el mundo, me lo diste todo y todo me quitaste. Y aún así has conseguido que el balance final sea en tu favor. Cuántas veces hemos peleado y cuántas te he odiado, siempre me dabas un motivo para seguir amándote. Me has dado las más sinceras risas y los más amargos llantos. Me diste las más cálidas tardes y las más duras mañanas. Las más inocentes ilusiones y las más crudas realidades. Por ti conocí a las personas que siempre formarán parte de mi vida y viví emocionantes aventuras.
Tú me has hecho ser una luchadora, ser valiente, me has hecho caer y volverme a levantar más veces de las que la razón es capaz de comprender, me has enseñado a ser generosa cuándo no me quedaba nada para mí y alegrarme de corazón por otros cuándo estaba hundida. Sí, me has hecho tocar fondo, pero también me has hecho triunfar.
Yo sé que la despedida se me va a hacer imposible, sé que nunca te olvidaré, sé que siempre querré volver a vivirte con la misma certeza que sé que nunca más podré estar contigo, que esto es definitivo. Quizás por eso me demoro al hacer las maletas, esperando qué más me puedes dar en estos últimos resquicios que quedan de lo nuestro. Me invade el miedo a no tenerte, a lo desconocido, ya no puedo imaginar la vida sin tu mano de hierro apretando mi cuello, sin la forma en que hacías sonar mi corazón.

La reacción de mi novio al leerlo fue: "vas a dejarme?" A ver, usar su regalo para escribirle un texto dejándole sería muy miserable y perverso incluso para mí...El texto es a mis amados/odiados años de universidad, a mi carrera. Ya veís me encuentro a unos meses de dejar de ser universitaria, han sido tantos años que no puedo evitar sentir melancolia al ver que todo termina. Soy una sentimental!